Desmonte controlado ¿qué es?
El desmonte controlado, es una rama del mismo desmonte, pero un poco más amigable con el medio ambiente.
Esta trata de favorecer tanto al agricultor como al animal y al suelo.
Esta es una forma de hacer desmonte controlado.
se desmontan unas cuantas partes de la hectárea, pero se dejan cortinas verdes para que el viento no vuele esos terrenos desmontados.
Las cortinas verdes, son mayormente árboles, o simplemente monte que se deja en hileras para parar el viento o brindar sombra a los animales en verano, además de alimento en las épocas de sequía
Son muchas las ventajas que tiene este tipo de desmonte, no es dañino, es beneficioso para el agrónomo y para el animal que éste tenga.
ya que los que primero sufren al desmontar, mayormente son los animales que viven en esos terrenos.
las consecuencias del desmonte: la erosión
Algunos de los desórdenes ambientales que causa el desmonte son la erosión, tanto hídrica como eólica. La erosión es el desgaste o denudación del suelo Esto se produce cuando al desmontar, el viento llega y vuela la capa fértil del suelo desgastando cada vez más esta capa hasta que deja de ser productiva y útil.
Si bien, depende del lugar en cuestión donde se efectuó el desmonte, la erosión puede ser eólica o hídrica.
En Argentina, se estima que un 36% del territorio está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica, lo cual representa unos 100 millones de hectáreas. De este total, 63 millones están afectadas por erosión hídrica y 37 millones, por erosión eólica. La erosión hídrica afecta al 26% de los suelos argentinos. La lluvia arrastra los nutrientes en los suelos con pendientes, y en las lluvias importantes, el agua que “corre” lava la materia orgánica y se reduce la fertilidad del suelo, si no se toman medidas.
En el último cuarto de siglo, los procesos de erosión hídrica y eólica avanzaron hasta ocupar un “36%” del territorio nacional, lo que representan 100 millones de hectáreas, distribuidas en áreas agrícolas de la región húmeda y subhúmeda y, también, en la zona semiárida y árida con bosques nativos y pastizales.
De las 280.000.000 hectáreas que abarca la Argentina, 112.000.000 están afectadas en algún grado por procesos de degradación, lo que representa un “40%” de nuestros suelos.
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